miércoles, 15 de febrero de 2012

La pirámide de la formación





Todos los individuos vamos construyendo, a lo largo de la vida, de manera indirecta o directa, nuestra propia formación, que es de forma “piramidal” y consta de cuatro puntos.

Por supuesto, lo primario y más importante, como en toda pirámide, es la base, y sobre ella se van sumando las demás facetas, que indefectiblemente estarán relacionadas entre sí.

Estas facetas son, en primer lugar, la formación que recibimos en el hogar, en la familia; de ella, más allá de lo que heredemos genéticamente de nuestros padres, indudablemente absorberemos gran parte del aspecto filosófico-cultural, que nos indicará el camino a seguir.

El segundo eslabón es la educación que recogemos en la escuela. Esta también influirá de forma significativa en nuestras vidas, y es lo que nos ayudará a entender o determinar junto con la formación recibida en casa, cual será el rumbo que le daremos a nuestras vidas.

Luego; ya en la adolescencia; comenzamos nosotros mismos a determinar qué tipo de formación adoptaremos, y esto depende de varios aspectos: la carrera que decidamos seguir o no, lo que creamos conveniente leer para instruirnos o simplemente entretenernos, e incluso el deporte, hobbye o distracción que elijamos.

Por último, también vamos a adquirir la formación que nos da la vida, o como se dice vulgarmente, la formación que da la calle. Esta es, tal vez, la que menos dependa de nosotros y en la que también vamos a determinar nosotros mismos cual es el camino a seguir; algunos ejemplos podrían ser las amistades que elijamos o los lugares que frecuentemos. También los trabajos influirán en nuestra formación, e incluso, los viajes que realicemos van a contribuir, en mayor o menor medida en la propia cultura, creando así nuestro modelo de vida.

Por supuesto, como dijimos antes, todas estas facetas van a proyectarse de manera indirecta o directa, y también estarán relacionadas entre sí, pero es imposible precisar cuál será el porcentaje de influencia de una sobre otra o cuanto lo serán de manera directa o indirecta; eso lo iremos determinando y amoldando según lo que nos toque vivir.

Pero indiscutiblemente, la base siempre será la familia, seguida por la educación que recibamos y luego las propias elecciones, finalizando con aquellas cosas que nos depare la vida, o el destino... como usted prefiera.

Por eso nuestra formación será como una pirámide, donde la base sostiene todo lo demás.



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